
Reconozco que no me suelen gustar en general los BMW, pero hay que reconocer que si hay una marca extravagante en el diseño, son ellos, y es un reflejo de la tendencia que viene para el diseño de conceptos de automóvil: lo que yo llamo el fragmentismo. La conexión de las opticas con las ventanas laterales, para crear esa unión y al mismo tiempo desunión de las partes básicas que confeccionaban al automóvil ese aspecto compacto y cerrado, ya las habíamos visto en este concepto de Dacia hace 5 meses. Y sigue las líneas que marcó el ya exagerado de por sí GT Citroën, con sus entradas de aire por doquier...
Seguramente haya que acostumbrarse a ver este tipo de estéticas cada vez más cercanas, eso sí, adaptadas a un estilo moderado para el público. Os dejo con imágenes de bocetos y otras vistas del BMW: