

Una vez más queda en evidencia que lo más simple funciona. Una simple adaptación lógica que nunca se nos habría ocurrido, genera este tipo de producto muy interesante, sobre todo para el cada vez más abundante mundo de los productos desechables. Gracias a la diseñadora
Nojae park por la perla.
PD: Pregunta la aire: ¿y redondear exageradamente los envases de los yogurts? :)
Vía.